Miente Batres: Parque Aztlán no es popular, sino elitista

Miente Batres: Parque Aztlán no es popular, sino elitista

Aunque el jefe de Gobierno diga lo contrario, en los hechos el Parque Aztlán que inauguró la semana pasada es elitista y de alcance imposible para la mayoría de la población, pues una visita podría costar cuando menos 800 pesos por persona, cuando antes la Feria de Chapultepec costaba 400 pesos. FOTO: GCDMX

Glorieta de Colón

Aunque el jefe de Gobierno diga lo contrario, en los hechos el Parque Aztlán que inauguró la semana pasada es elitista y de alcance imposible para la mayoría de la población, pues una visita podría costar cuando menos 800 pesos por persona, cuando antes la Feria de Chapultepec costaba 400 pesos, cuando Miguel Ángel Mancera era jefe de Gobierno.

Si habláramos de la visita de una familia de 4 integrantes, el costo rebasaría los 3 mil pesos. ¿Cuántas personas pueden pagar ese precio? Los estratos con índices de marginación media y alta, ni soñando tienen para pagar un día de diversión a estos costos. Acaso quienes pueden son los grupos de clase media, con bajos y muy bajos niveles de marginación.

Eso por supuesto no lo hace un centro recreativo popular, sino al contrario, elitista, como una de esas privatizaciones que tanto han criticado los grupos políticos de “izquierda” que gobiernan la CDMX. Hoy, además de que sólo han concluido la mitad del parque (trunco, como la Línea 1 del Metro), el paquete todo incluido cuesta 625 pesos, pero en el caso de la rueda de la fortuna (hoy el principal atractivo) sólo incluye una subida. Si se incluye la comida, ronda los 800 pesos estar un día en el parque.

Para los juegos infantiles y familiares el costo es de 350 pesos, pero la rueda de la fortuna se paga aparte, por un costo de 120 pesos. También se puede pagar por juego, cuyos precios van desde los 40 hasta los 120 pesos, más 20 pesos de entrada.

 

El reto del IECM

El IECM le puso fecha a los 51 debates que organizará para todos los candidatos a diputaciones locales, alcaldías y jefatura de Gobierno, y se celebrarán entre el 15 de abril y el 24 de mayo. El gran reto es que se apruebe un esquema que de verdad permita a los ciudadanos escuchar propuestas realistas de los candidatos, que incluyan el cómo y con qué dinero, porque luego nada más son puros sueños guajiros para convencer.

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