Nocaut fulminante de Lía Limón a Casarín
En lo que va de las campañas de este año en la CDMX, he visto unos 30 debates de los organizados por el IECM. Hasta hoy, había solo dos nocauts, pero ninguno de manera fulminante como el que propinó este lunes Lía Limón, candidata de Va X la Ciudad de México, a su contrincante de Morena, Javier López Casarín. FOTO: Captura de pantalla debate IECM
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En lo que va de las campañas de este año en la CDMX, he visto unos 30 debates de los organizados por el IECM. Hasta hoy, había solo dos nocauts, pero ninguno de manera fulminante como el que propinó este lunes Lía Limón, candidata de Va X la Ciudad de México, a su contrincante de Morena, Javier López Casarín.
Lía se la guardó para el final. En los últimos 4 minutos, sorpresivamente sacó una cartulina con dos fotografías de López Casarín, de cuando fue detenido en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, por un “fraude millonario”. El neomorenista dijo que ya se lo esperaba, pero de cualquier manera el golpe lo mandó a la lona.
“López Casarín es un personaje bastante oscuro. Estuvo literalmente en Topo Chico, en la cárcel, acusado de un fraude que le hizo a más de 26 mil maestros de Nuevo León, haciéndolos creer que contrataban un seguro de vida, que es falso. De la cárcel a la Alcaldía Álvaro Obregón”, acusó Limón.
Seguramente Casarín estaba confiado en que no documentarían con imágenes ese pasado, porque hizo lo posible para que no quedara la imagen en la web. Pero de un diario impreso no se puede eliminar. Por algo sobreviven las hemerotecas.
En su siguiente intervención, Lía Limón dio los dos golpes definitivos, de los que ya no se levantó Casarín. Primero, le recordó que él denunció a Claudia Sheinbaum por compra de votos. Y el nocaut fulminante con una acusación que le hizo a Casarían el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lía Limón mostró la portada de la revista Proceso del 20 de enero de 2020, en que aparece Casarín sentado como “mirrey”, y el título dice: “El poder fáctico en la Cancillería”, en los tiempos en que al frente de la dependencia estaba Marcelo Ebrard, su padrino político.
Así lo dijo Lía: “Además del fraude multimillonarios a los maestros de venderles un seguro que no existía, otra de sus empresas fue señalada en la “mañanera” del presidente el 20 mayo 2021, que la investigó el FBI por lavado de dinero del narcotráfico. ¡Un narcocandidato más!”, le espetó.
Y siguió: “Esta empresa también fue parte de la investigación en contra de (Francisco García) Cabeza de Vaca (ex gobernador de Tamaulipas), porque a través de ella López Casarín, como prestanombres, compró un departamento en 40 millones de pesos en uno de los lugares más lujosos de México: Bosques de Santa Fe. Hoy, mientras Cabeza de Vaca está prófugo, este señor, su prestanombres, es candidato de Morena. También lo pueden ver en el portal www.quienesjavierlopezcasarin.com”.
Ya como la cerecita en el pastel Lía Limón lo exhibió de que se inventó una trayectoria académica, con un título de licenciatura a los 47 años, de una escuela patito.
Durante el debate, Casarín evidenció que al tema de género nomás no le entiende. No le sabe. Le costó gran esfuerzo llenar los 8 minutos que tenía para hablar del asunto. Decía ocurrencias, algunas que traía por escrito y otras que le salían de manera natural. Se dispersaba a otras temáticas para cumplir.
Pese a todo, la candidata de Movimiento Ciudadano vino a confirmar que su partido es palero, esquirol de Morena, porque anunció su “declinación” a favor de Casarín, y dijo que se iba a la campaña de Sheinbaum. En realidad, no “declinó” por Lía Limón porque le pedía a cambio que “El Güero” (Taboada) le diera la Procuraduría Social y le dijeron que no. Casarín no tiene forma de recuperarse del nocaut fulminante. Va a perder. Lo veremos.