Drama de un jugador de Liga MX: cuando el futbol se convierte en infierno

+De tener una promisoria vida de ensueño en las canchas, acabó en silla de ruedas

+José Antonio García demandará a Pumas de la UNAM ante el TAS

+Acusa al club de «negligencia médica»

+Sugiere a los jugadores en activo que no teman hacer valer sus derechos laborales ante los dueños del balón

+Qué es lo que piden de indemnización sus abogados

 

Ciudad de México, 20 Octubre (CDMX MAGACÍN/JESÚS YAÑEZ).-Suele decantarse en drama el glamour de dinero, joyas, mujeres y autos último modelo que envuelve el oropel del futbol profesional.  De tener una promisoria vida, de ensueño, en las canchas, acabó postrado en silla de ruedas. Por eso, exige “justicia y un trato digno”, el ex jugador de Pumas José Antonio García a la directiva del conjunto de la UNAM.

Club al que acusó de cometer «negligencia médica» durante el tratamiento de una lesión que sufrió en la cadera en 2012 que acabó retirándolo en 2018 y que hoy, a los 28 años de edad, lo tiene inválido. El equipo felino, con América, Cruz Azul y Chivas, son los cuatro más populares del balompié local.

Como los principales responsables de no atender el caso durante su gestión, señaló a Rodrigo Ares de Parga, ex presidente de la escuadra universitaria; Antonio Sancho, ex director deportivo, y José Ramírez, ex vicepresidente de operaciones.

En conferencia de prensa realizada ayer, en la cual estuvo acompañado por sus abogados, Daniel Apaza y Juan Carlos Vázquez, así como por el titular de la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMFPro), Álvaro Ortiz, el canterano auriazul relató que, en su momento, dicha lesión no fue bien atendida por el cuerpo médico de la escuadra universitaria.

Explicó que no se realizó la rehabilitación de forma correcta, por lo cual actualmente está incapacitado y en espera de una prótesis de cadera, la cual le permitiría volver a caminar.

“Busco justicia y un trato digno, porque antes de ser jugador, soy un ser humano y creo que estas actitudes nadie las merece. Agradezco a Dios y a la vida que yo pude llegar hasta estas instancias, pues hay muchos casos iguales al mío o peores que no han sido escuchados.

“Los futbolistas no somos máquinas, somos personas, y me parece que esta forma de actuar, por parte del club, está mal, sobre todo cuando se trata de la institución que representa a la universidad de México”, lamentó el ex zaguero, a quien se le han practicado cuatro cirugías de cadera en los últimos dos años.

Explicó que tras la cuarta intervención, la directiva de Pumas, encabezada por Ares de Parga, le canceló su contrato, el cual aún estaba vigente, e incluso se rehusó a pagar la respectiva rehabilitación, en la cual él se gastó más de un millón de pesos.

“Hay muchos implicados en mi caso. Pero los más importantes son Rodrigo Ares de Parga, quien nunca me dio la cara. Siempre me mandó con José Ramírez, vicepresidente de operaciones, quien me dijo: ‘ni modo, te tocó a ti, tuviste mala suerte y si quieres demandar, pues hazlo’.

“Para mi cuarta cirugía, yo ya no tenía confianza en los médicos del club, y le solicité a Antonio Sancho (ex vicepresidente deportivo) ir a otra clínica y buscar otra rehabilitación, pero no se me fue concedido, se justificó diciendo que acaba de cambiar el área médica”.

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(José Antonio García, sugiere a los futbolistas que no se arredren ante el poder omnímodo los zares del balón, porque los amparan las leyes laborales)

Con un barniz de desamparo en su voz, agregó:

“Me da tristeza y me duele mucho este tipo de actitudes, pero sé que la FIFA y las leyes de México me respaldan, ya perdí todo y no pierdo más por hablar”, aseveró.

Lo que espera su defensa legal es que los Pumas se hagan cargo de los gastos pasados. A su consideración no debió de haber terminado el contrato como lo presumió el jugador. Además, buscan que la institución le dé un nuevo contrato hasta los 35 años, edad media de un jugador antes del retiro, así como una pensión por invalidez.

Hasta el momento, el equipo universitario sólo se ha pronunciado una vez sobre la demanda. Por medio de un escueto comunicado, señalaron que no hablarán sobre el caso hasta que no haya una resolución.

“Con relación a la demanda ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por parte del señor José Antonio García Fernández, el Club manifiesta que, en apego a la confidencialidad del procedimiento y respeto a las partes, no emitirá una declaración al respecto hasta en tanto no se desahogue el mismo”, expresó el equipo.

Sin embargo, el llamado Tarzán aseguró que no ha tenido conversaciones con la nueva administración que comanda Leopoldo Silva. “Yo escuchaba que es un tema de directivas pasadas, pero a la nueva le toca resolverlo. Ellos han seguido por la misma línea”, detalló.

“Si se llegó hasta estas instancias fue porque agotamos todas las posibilidades con el club”, dijo el ex felino.

Sobre las posibles represalias por parte del equipo, el ex futbolista reconoció que no tiene miedo, pues a su consideración ya perdió todo lo que tenía. Asimismo, declaró que este juicio también es para sentar precedentes para otros compañeros que pudieran estar en la misma situación en un futuro.

“Yo ya pagué y mi calidad de vida no va a ser la misma, pero a todos los jugadores en activo que gracias a este proceso les puedo decir que la FIFA los respalda, que las leyes mexicanas los respaldan. Yo sólo les puedo decir que no tengan miedo”, aseveró.

Derechos humanos

“Más allá de un tema laboral, se trata de un asunto de dignidad, el cual tiene que ver con la parte integral de la vida, porque es un derecho conexo, que va en relación con los derechos humanos”, expresó el abogado Juan Carlos Vázquez.

“No es digno para una persona, después de dar un alto rendimiento, que se evada una responsabilidad por parte del club. En este momento se encuentra vigente el contrato porque hubo una interrupción contractual, no hubo una terminación”, apuntó Daniel Apaza.

“La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha sido clara toda la vida. Siempre ha reflejado sentir la relación empresa trabajador. Independiente de quien sea la administración, hay una responsabilidad por parte del club y punto”, agregó Apaza.

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(De la gloria al infierno, José Antonio García, El Tarzán, por culpa del Patronato Universidad Nacional A.C., que administra a los Pumas de la UNAM. Foto Jam Media)

Por último, sus abogados señalaron que esperan que el TAS resuelva el conflicto en seis meses. Además, no revelaron el estatus del juicio por la confidencialidad que exige el Tribunal, pero adelantaron que ya están en “instancias procesales”.

En ese sentido, Álvaro Ortiz, presidente de la AMFPro, adelantó que en breve se presentará ante la Federación Mexicana de Futbol un contrato colectivo a favor de los jugadores nacionales y que uno de sus principales puntos será crear un fondo de ahorro, el cual podrán utilizar tras retirarse de las canchas.

«El futbolista tiene derechos, coincide en la parte en que a los futbolistas nos hace falta hablar más. Lo que sí debemos es llegar es a un convenio colectivo y ya lo vamos a presentar», explicó.

Ortiz mencionó que ya tienen elaborado el documento y no pudieron sentarse ante con la Liga debido a la pandemia.

Esa es la directiva de los «gloriosos Pumas», como llaman algunos cronistas de tv.

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