Mejorarán ética y valores gremiales, Premio Nacional de Periodismo Deportivo

Mejorarán ética y valores gremiales, Premio Nacional de Periodismo Deportivo

 

 

+Sostiene Armando Camarena Ibarra, icónico camarógrafo de Televisa, durante el foro para apoyar dicha iniciativa en el Senado

 +Así como institucionalizar, 22 de febrero, Día Nacional del Periodista Deportivo

+Reconocimiento, agrega, será un incentivo para mejorar los esfuerzos de los actuales y futuros comunicadores

+El escenario deportivo, asegura, es el único lugar del universo donde una batalla por la paz sigue siendo una tregua en el corazón de los hombres

+Afirma que entre los cronistas, también «dioses del estadio», prima el lema olímpico: Citius, Altius, Fortius

 

Ciudad de México, 27 de abril (BALÓN CUADRADO).-  Hace muchos ayeres, estuvo a punto de ser futbolista profesional –con el club América– y se convirtió en inconmensurable periodista. El camarógrafo Armando Camarena Ibarra, que durante la mayor parte de sus 71 años, atenazado de dolor y en el dintel de la muerte, cubrió innumerables guerras alrededor del mundo, tiene una pasión, fuego encendido, que le quema la entraña y el corazón: el periodismo deportivo.

Y no sólo eso.

Entre sus colegas ha recibido, quizá el mayor elogio de su vida profesional: escribe mejor que la mayoría de los cronistas.

Tiene una vena prosística que, necia, descubrió hace poco tiempo.

Y que brota de cada poro.

Pluma que se agradece.

Y refresca el oficio de informar con otra mirada.

Aderezada con una particular vena literaria.

Que se refleja en su ponencia del pasado 26 de abril para apoyar dos iniciativas de Ley: el Foro del Premio Nacional de Periodismo Deportivo y el que el 22 de febrero se reconocido Día Nacional del Periodista Deportivo:

Desde los tiempos más remotos, el hombre ha tratado siempre de comunicarse con sus semejantes, sus mensajes a través de pinturas rupestres daban cuenta de su forma de vivir, de cazar, y de observar el mundo que lo rodeaba, sus trazos en rocas, paredes, montañas y cavernas, son mensajes que han persistido hasta nuestros días.

En la antigua Grecia, los hombres encontraron en el deporte, la tregua, un mensaje de paz dedicado a los dioses del Olimpo, y así, con sus cuerpos gymnos, es decir, desnudos, por la decisión de Orsipo de Megara de correr de esa manera la carrera de Stadion, se convirtieron en héroes, en leyendas, en los dioses del estadio.

Y todo esto lo sabemos porque algún historiador deportivo dejó registro de sus hazañas, como la de Leónidas de Rodas, el más grande corredor de los juegos de la antigüedad con sus 12 laureles y cuya silueta quedó inmortalizada por la mirada y la mano de un artista que la pintó en una vasija dorada.

Hoy, nada ha cambiado… los ojos de todo el mundo miran a través de las lentes de los camarógrafos y fotógrafos deportivos, escuchan y leen las narraciones y crónicas de los periodistas que cubren a los dioses del estadio.

El deporte sigue siendo un oasis de paz y hasta los que le son ajenos se maravillan con sus historias, con sus imágenes y el espíritu del ser humano.

Recuerdo un promocional de los juegos olímpicos, en el que se veía la carrera de los 100 metros planos, la prueba reina del atletismo. veíamos en primer plano a un hombre que como un suspiro se levantaba y corría devorando la pista, con sus músculos tensos y su mirada siempre, firme al frente, hasta levantar los brazos en señal de victoria, en eso se repetía la escena, pero con la toma abierta, y mientras el atleta corría, un camarógrafo hacía lo mismo, pero de espaldas a la meta y siempre adelante del corredor… el promocional terminaba con el nombre del medio y la frase: siempre un paso adelante, contigo.

Pero, ¿Qué sería de los miles de atletas que se esfuerzan día con día para romper marcas y lograr triunfos sin las imágenes, fotografías y crónicas de los periodistas deportivos?

El deportista en el mundo es sin duda el héroe que acapara y merece la atención de la gente, es el dios del estadio, la ilusión de miles y el espejo de todos, pero son los periodistas deportivos quiénes con sus plumas, micrófonos y lentes, dan prestigio, y visten de fama a esos atletas.

En todas las competencias deportivas prima el lema olímpico Citius, Altius, Fortius.

Más rápido, más alto, más fuerte.

Ese lema tiene gran significado para los atletas, pero también para los periodistas deportivos, y lo aplicamos en cada paso de nuestra labor informativa con las mejores imágenes, y fotografías, con las mejores crónicas, las mejores narraciones, y los más fuertes análisis y críticas.  Porque los periodistas deportivos, también competimos por ser los mejores, llegar más lejos y a lo más alto.

Por eso, creo, que al instituirse el Premio Nacional del Periodismo Deportivo se fomentará una competencia sana entre los informadores del deporte, y ese reconocimiento no sólo será un incentivo para mejorar los esfuerzos de los actuales y futuros periodistas deportivos, sino también, contribuirá en gran medida para fomentar la cultura deportiva con ética y valores.

El escenario deportivo, es el único lugar del universo donde una batalla por la paz sigue siendo una tregua en el corazón de los hombres.

CATEGORIES
Share This