Perverso milagro, futbol mexicano: del desempleo a portero de Pumas

+Aciaga historia de Julio González a los 29 años de edad

+Judío errante del balompié nacional

+Una década de trayectoria

+Hace 12 meses jugaba en la tercera división del futbol español

Ciudad de México, 23 Noviembre (CDMX MAGACÍN/JESÚS YAÑEZ).- Su historia es pálido ejemplo cómo históricamente se maneja el futbol mexicano: con los pies.  Hace un año Julio González jugaba en la Tercera División de España después de haber salido sin paga del extinto club Veracruz de Liga Mx. Pero la perseverancia, cualidad que aprendió de Oswaldo Sánchez –emblemático guardameta del Tri–, lo impulsó para buscar oportunidades. Y nunca darse por vencido. Cosecha la tenacidad que sembró.

Ahora, bajo la playera de Pumas defenderá el arco en el inicio de la liguilla, luego de que una lesión del guardameta titular Alfredo Talavera le dio la posibilidad de cosechar el esfuerzo realizado en 10 años de trayectoria.

«El momento más complicado de mi carrera fue cuando me quedé sin jugar varios meses, me fui al Praviano, de la Tercera División de España, para mantenerme activo porque no encontré una oportunidad en ese momento, además acababa de nacer mi hijo», narró.

Pero ahora está en Pumas quiere «responder con buenas actuaciones y seguir aquí por muchos años», aseveró en entrevista con el diario La Jornada.

Julio se formó en las fuerzas básicas de Santos, donde llegó al primer equipo y estuvo atrás del ex seleccionado nacional Oswaldo Sánchez y Agustín Marchesín.

“No estoy de titular no porque sea un mal arquero, sino porque he estado detrás de grandes porteros, de quienes aprendo, como ahora lo hago con Talavera”, justificó.

Con la experiencia dentro de las canchas, González aprendió que el puesto de arquero debe tener mucha paciencia y prepararse aún más que los titulares para responder en el momento necesario.

“Todos los futbolistas de Primera División tenemos calidad. Pero siempre juega uno como guardameta y su carrera suele ser muy longeva”, reflexionó.

Así, es consciente de que en medio de la espera debe esforzarse para cuando llegue el momento de tener los reflectores.

Comparó:

“Veo el caso de Hugo González o Carlos Acevedo, quienes también fueron suplentes. Incluso, Acevedo estaba atrás de mí cuando estábamos en Santos y ahora fue el arquero con más atajadas”.

Julio también ha lidiado con adversidades extracancha.

Después de su formación con Santos, pasó a Tampico Madero y más tarde firmó con Veracruz, donde jugó seis meses, que por cierto aún me deben, dijo con tranquilidad, pero con esperanza de una pronta resolución.

Al quedar fuera en mayo de 2019 del plantel de Tiburones intentó colocarse en algún equipo de la Liga Mx. Pero el espacio que encontró fue en la Tercera División de Europa. Si bien podía jugar, las aspiraciones de Julio estaban en la Primera categoría, por lo que persistió para retornar a México.

“Pude haberme echado a la hamaca seis meses, pero sabía que debía esforzarme”, reconoció.

Con la intención de jugar en un buen nivel, buscó a Marcello Capirossi, entonces entrenador de porteros de Pumas y quien en ese momento le aclaró que no había un espacio, pero dos días antes del cierre de registros en enero le devolvieron la llamada para contratarlo.

Ahora con 29 años de edad llega una oportunidad trascendental como arquero de los felinos en el inicio de la liguilla, después de que Alfredo Talavera sufrió una lesión que lo alejará un par de semanas del terreno de juego.

“Me siento preparado para este momento. Alfredo tiene jerarquía, pero él también fue un Julio González que trabajó para ser titular como lo hago ahora”, sostuvo.

Elucubró:

“Esta oportunidad llega en un momento de madurez para mí. Es el fruto de mucho trabajo. Me costó mucho estar en un club así. Trabajé demasiado para lograrlo. En Pumas me han tratado de maravilla, estoy muy contento y eso se nota en mi rendimiento. Y ahorita el reto es la liguilla.”

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