Se equivocan dioses del balón: Francia disputará final de Qatar

Se equivocan dioses del balón: Francia disputará final de Qatar

 

 

+Con poco futbol vence 2-0, despierta a Marruecos de su sueño, y va contra Argentina

+Anotan Theo Hernández (5’) y  Kolo Muani (79’)

++Cuando su barco zozobraba, genialidad del técnico, Didier Deschamps, al ingresar a Thuram

+La escuadra africana disputará a Croacia el tercer lugar del torneo 

 

Ciudad de México, 14 de diciembre (BALÓN CUADRADO/Agencias).- Quizá los dioses del balón hoy cometieron la mayor injusticia mundialista. Suele ocurrir que ganan quienes merecen perder.

El espectáculo estuvo a cargo del inconmensurablemente heroico Marruecos.

Vasallos que hicieron sufrir al rey.

Sucedió que la Francia de Kylian Mbappé dio un gran paso en la búsqueda del segundo título mundial consecutivo al clasificar a la final de la Copa del Mundo de Qatar este miércoles tras vencer a Marruecos (2-0), el combativo equipo revelación del torneo.

La escuadra africana sucumbió ante su propia ineficacia ante el arco rival. Una acerada cortina invisible en su portería fue aliada del actual monarca.

Milagrosamente mantuvieron virginal su arco.

Que se combinó al minuto 65, con la ventaja del gol tempranero de Theo Hernández, y una decisión exacta en el momento preciso: Didier Deschamps cuando se percató que su barco zozobraba tomó una decisión que resultó genial, de maestro ajedrecista: cambió a Olivier Jonathan Giroud Marcus por Lilian Thuram-Ulien.

Como una eficaz, punzante, punta de lanza mantuvo en jaque a los defensas africanos.

Mbappé, veloz como el rayo por la zona izquierda. Imparable. Una suerte de Usain Bolt del balón.

Y de la mano de Thuram y Griezman, en la mediacancha, dislocaron la columna vertebral del contrincante.

Sin embargo, no bajó los brazos.

Siguió aferrado como león herido.

Aplica a la oncena africana aquella gastada frase: cayeron con la cara al sol y un merecido: ¡chapó! mundial a sus jugadores.

Muy buenos 45 minutos de futbol. Se adelantó Francia prácticamente en la primera que tuvo, gracias a un rechace aprovechado por Theo. A partir de ese momento, Marruecos comenzó a llevar el peso del partido, con Amrabat y Ounahi como principales catalizadores.

Dominio que se tradujo en ocasiones de gol, la más clara de ellas, el remate de chilena de El Yamiq que se estrelló en el palo de la portería de Llorís.

Francia se limitó a buscar las contras, y en una de Giroud tuvo el segundo. Pero su tiro se estrelló en el palo.

Volvió a tirar de pegada la actual campeona del mundo en un partido muy incómodo ante Marruecos.

La selección marroquí salió con todo en la segunda mitad buscando el empate, y encerró a Francia durante los primeros 20 minutos tras la reanudación.

Pero no tuvo acierto sobre la portería de Lloris.

El balón, necio, estaba del lado galo.

Sin embargo, Francia, tirando del talento individual de Mbappé, consiguió el segundo, al 79, por mediación de Kolo Muani, que acababa de entrar al campo.

A partir de ese momento, Marruecos no se levantó del mazazo y apenas dispuso de un par de ocasiones en el tramo final para haber recortado diferencias.

Los detalles

El lateral izquierdo Theo Hernández destrabó muy temprano, con un zurdazo en el minuto 5, un juego que se preveía cerrado entre uno de los ataques más prolíficos de la competición, Francia, y la defensa menos vulnerada del certamen, Marruecos.

«Es increíble jugar dos finales de la Copa del Mundo seguidas, hicimos un gran trabajo», afirmó el jugador del AC Milan al canal TF1.

Y el atacante Randal Kolo Muani, en el 79, dentro del área chica, coronó una gran jugada individual de Kylian Mbappé para acercar a los europeos a su tercer título mundial (1998, 2018).

«Hay una emoción, un orgullo. Obviamente hoy fue un paso importante, pero falta uno más», dijo Deschamps.

Los ‘Leones del Atlas’, primer equipo africano en llegar a una semifinal mundialista, exigieron al máximo a los campeones defensores en el estadio Al Bayt en Al Khor, al norte de Doha, sorprendiendo incluso al adueñarse de la posesión de la pelota pese a las lesiones de varios de sus hombres, especialmente en la retaguardia.

Los ‘Bleus’ de Deschamps ahora se darán cita con la Argentina de Lionel Messi el domingo en el estadio de Lusail, en la que será su cuarta final de un Mundial, luego de las de Francia-1998, Alemania-2006 y Rusia-2018. Ambos en pos del tricampeonato.

Los marroquíes de Walid Regragui lucharán por el tercer puesto contra la Croacia de Luka Modric el sábado en el estadio Khalifa de Doha.

«Lo más importante es haber dado una buena imagen. Haber mostrado al mundo que el futbol marroquí existe», dijo Regragui, el DT, a la televisión francesa.

«Dimos todo y eso es lo más importante. Tuvimos lesionados y eso era demasiado para nosotros», detalló.

Cae el cerrojo

Los ‘Bleus’ abrieron rápido el cerrojo marroquí, que no sucumbió ante los ataques de Croacia, Bélgica, España y Portugal. Pero ni la tranquilidad de un gol de camerino hizo que el camino fuera fácil.

Hernández fue el autor del segundo tanto que los ‘Leones del Atlas’ encajaron en la Copa del Mundo al aprovechar que un disparo previo de Mbappé se desvió en un zaguero y la pelota le quedó servida para rematar entre Yassine Bounou y el palo derecho.

Francia supo explotar las bandas de los africanos, que iniciaron el juego con tres centrales, una figura táctica que se desarmó muy rápido por cuenta de una aparente lesión muscular del capitán Romain Saiss (20).

Aquella no fue la única baja con la que Regragui tuvo que lidiar. Minutos antes del pitazo inicial, el central Nayef Aguerd fue reemplazado, debido a una molestia física, por el lateral derecho Achraf Dari.

Con tres o cuatro defensas, tuvieron chances para exigir al capitán francés, Hugo Lloris, con un derechazo de Azzedine Ounahi (10) y una chilena de Jawad El-Yamiq (44) que se estrelló en el palo.

Contrario a lo esperado, Marruecos fue el dueño del balón y Francia se decantó por contragolpear, aprovechando los espacios que dejaban los africanos en su lucha por empatar.

Olivier Giroud (17, 36) estuvo cerca de ampliar la cuenta en dos acciones de zurda: la primera impactó el poste, y la segunda, ligeramente desviada, fue el resultado de una acción previa en la que El-Yamiq rechazó, a centímetros de la línea del arco, un tiro de Mbappé.

Muere la esperanza

Aunque se esperaba más protagonismo de su parte, los campeones defensores, silbados cada vez que tocaban el balón por la marea roja marroquí, fueron pragmáticos y equilibrados, evitando ser sorprendidos por algún latigazo de Hakim Ziyech y Youssef En-Nesyri.

Francia no resintió la baja por enfermedad del volante Adrien Rabiot, partícipe de los otros cinco juegos y reemplazado por Youssouf Fofana.

Con o sin él, la apuesta de Deschamps para proteger su zaga fue ceder la iniciativa a un equipo que se caracteriza por contragolpear, y que sin embargo siguió llevando peligro a Lloris.

Pese a que la acción estuvo por lo general lejos de su área de preferencia, Mbappé y Ousmane Dembelé, guiados por el cerebral y sacrificado Antoine Griezmann, fueron incisivos siempre que desplegaron su velocidad y desequilibrio.

De esa forma, sepultaron cualquier aspiración de remontada cuando Aurelien Tchouaméni robó en la salida marroquí y descolgó en el ’10’, quien, pese a estar rodeado de cuatro hombres, se dio maneras de dejar a Kolo Muani, que acababa de entrar en el partido en lugar de Dembelé, con el arco vacío.

«La final no se juega, se gana. Vamos a afrontar ese partido como siempre hemos hecho desde el inicio de esta competición, con motivación y concentración», declaró Kolo Muani a la televisión beIN Sports.

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